Como muchos vecinos sabrán,
nuestro Centro Vecinal tiene activa participación en la Junta de Participación
Vecinal (JPV) del CPC Argüello. En la misma, hemos colaborado en la elaboración del
siguiente diagnóstico general de la zona, que será entregado a los candidatos
que se entrevistará en este mes, para transmitir inquietudes, propuestas y
necesidades de los vecinos del flanco noroeste de la ciudad.
El texto del Diagnóstico es
el siguiente:
Diagnóstico territorial
2018/2019.
El presente diagnóstico es
global, abarca cuestiones generales que incumben a todos los sectores del
territorio que ocupa el CPC Nº 3, sin entrar en temas particulares de cada
barrio.
Para confeccionarlo, se tomó
como base el trabajo de diagnóstico realizado por los centros barriales y organizaciones
de la sociedad civil en 2018, que puede ser visto en el siguiente link
(https://prezi.com/p/7jivsly93txq/diagnosticocpc3-sergio-v1/), al que se lo
enriqueció con la información proveniente del Taller Participativo 2018, las reuniones
mensuales de la Junta de Participación Vecinal y las entrevistas y consultas
que semanalmente realiza esta Mesa Coordinadora.
Así como la realidad es
cambiante, el diagnóstico de los problemas es dinámico, y la intervención
territorial que el estado en sus distintas jurisdicciones y los privados hacen
sobre la trama urbana, va mutando tanto los problemas como sus posibles soluciones.
Con todo, hay cuestiones estructurales que se mantienen y otras que pueden
reconocerse en sus raíces comunes.
Las divisiones temáticas en
que se presenta el diagnóstico, responden a la forma en que se realizó el
cuestionario de relevamiento.
1. Organización barrial
Sobre 71 barrios que
integran formalmente el espacio territorial asignado al CPC Argüello, solamente
36 cuentan con organización formal en distinto grado legal (en actividad, en
proceso de formación, con mandato prorrogado o con mandato vencido), lo que
abarca a 40 barrios, ya que hay algunos centros que representan a más de un barrio.
Se cuenta con muchos barrios
que no tienen un número suficiente de vecinos para formar un centro vecinal, o
que se subdividen por tratarse de loteos nuevos, pero no por una lógica de
distribución geográfica.
También funcionan en los
barrios numerosas organizaciones no gubernamentales e instituciones de la
sociedad civil que no son monitoreadas ni censadas, y cuyos datos y labores es
necesario relevar y mantener actualizados para sumar esfuerzos.
2. Infraestructura y
servicios urbanos
2.1. Estado de calles
En el sector noroeste del
área geográfica del CPC Nº 3, alrededor del 15% de las calles está pavimentado,
siendo esta cifra superior al 75% en el cuadrante opuesto.
Independientemente de esta
diferencia, hay una constante falta de mantenimiento de las calles sin
pavimentar, con cada vez menos aporte de material de relleno y trabajo de
máquinas, produciéndose graves degradaciones de suelos en épocas de lluvias. Paradójicamente,
a medida que se pavimentan más calles, se mantienen menos las que van quedando
sin pavimentar.
En las calles pavimentadas,
por su parte, tampoco se registran planes de mantenimiento permanentes, y
solamente hay planes de bacheo por barrios cuando los reclamos de los vecinos
se acrecientan.
Es necesario que los futuros
planes de pavimentación no se diseñen respondiendo a límites barriales, sino a
circuitos de circulación vehicular que tengan en cuenta las vías seguras en
caso de anegamientos, tránsito de servicios públicos de transporte, etc.
2.2. Desagües pluviales
Se necesita realizar un
relevamiento integral del territorio y planificar nuevas soluciones para la
problemática de las escorrentías de los efluentes pluviales, que atiendan las
distintas problemáticas de la zona y las nuevas realidades provocadas por los
desarrollos urbanos, reestructuración y cambio de niveles de la trama urbana,
etc.
2.3. Tránsito
Se debe rediseñar y
sistematizar el flujo de tránsito en toda la zona, poniendo el acento en la
educación vial, en la prevención de accidentes y en la protección de peatones,
ciclistas y personas con movilidad reducida.
Toda la zona cuenta con una
señalización muy deficiente y pésima fiscalización del cumplimiento de las
normas de tránsito más elementales. La mejora de vías rápidas dificulta cada
vez más el tránsito peatonal en toda la zona.
2.4. Veredas y rampas
En los barrios sin asfalto,
prácticamente no hay veredas. En los que tienen asfalto recién hecho, se está
emplazando a los frentistas, pero tanto los baldíos como los solares
pertenecientes al estado no cuentan con ellas, y en los barrios con pavimento
de más de veinte años, en general las veredas están muy deterioradas, presentan
obstáculos y las rampas no existen.
En las avenidas ensanchadas
en los últimos años –como Ricardo Rojas– han quedado veredas muy angostas en
varios tramos y sin rampas.
Circular en zonas de alto
tráfico con sillas de ruedas, cochecitos de paseo o carros de bebé es una
verdadera odisea.
2.5. Alumbrado público
Si bien se ha realizado una
reposición de luminarias y puntos de luz, el alumbrado sigue siendo deficiente
y requiere de un ingente esfuerzo de mantenimiento, con recursos humanos
escasos y artefactos, tableros y lámparas obsoletos, que obligan a un
permanente mantenimiento.
El servicio de
mantenimiento, a su vez, presenta varios vicios en su prestación.
2.6. Bicisendas
Las bicisendas son
fraccionarias, escasas y remanentes de otras épocas, no están interconectadas y
adolecen de problemas de iluminación, mantenimiento y señalización, lo que las
hace poco utilizables.
3. Transporte y movilidad
El transporte público en la
actualidad no alcanza a cubrir la demanda de la zona, tanto en cuanto a
frecuencias y cantidad de pasajeros a transportar, como en necesidades de
conectividad.
Las líneas recorren ejes
troncales y se superponen en amplios segmentos, produciéndose el rápido colapso
de las unidades, que se llenan en pocas cuadras, dejando enorme cantidad de
pasajeros en horas pico sin transportar.
El servicio tiene poca
fiscalización en la zona, por lo que muchas unidades aprovechan el sector para
corregir los desvíos de horarios, perjudicando a los usuarios.
Hay quejas permanentes por
parte de los usuarios, por el estado de las unidades, en lo que hace a aseo,
ruido, etc.
En todo el sector se cuenta
con muy escasas paradas de ómnibus con refugios con asientos, resguardo e
iluminación. En la mayoría de los casos, ni siquiera hay veredas que permitan
acceder a los mismos.
4. Plazas y espacios verdes
Falta un plan sistemático de
mantenimiento de espacios verdes. Los mismos se limpian solamente a pedido o
reclamo.
En la zona hay muchos
espacios verdes abandonados o usurpados. También hay sectores con problemas de
iluminación y de acumulación de basura, especialmente en cercanías de cursos de
agua.
5. Arbolado
Faltan controles. Hay muchos
árboles decrépitos o que no han sido podados en años y presentan serios riesgos
de caída. De hecho, cada tormenta fuerte deja amplios sectores sin luz, con
calles cortadas por ramas y a veces con problemas mayores, como pérdidas
materiales y hasta de vidas.
Muchos de los árboles que
caen en las tormentas de verano son denunciados antes de que esas tormentas
lleguen, pero no se toma intervención.
6. Residuos
Persisten problemas con
minibasurales clandestinos, que se forman en zonas descampadas o en terrenos
baldíos. La Municipalidad o los vecinos los limpian, y vuelven a aparecer. En
gran parte del área del CPC no hay presencia de contenedores, pero también
sucede que en algunos lugares donde están, no son vaciados con suficiente continuidad.
Con respecto a la
recolección de secos y húmedos, la respuesta es dispar en los distintos
barrios. La constante es que se observa poco control y grandes demoras cuando
se utilizan los medios de denuncia establecidos por la Municipalidad o las
empresas.
El sistema de recolección de
poda diseñado para la ciudad es insuficiente para esta zona, caracterizada por
gran cantidad de arbolado y cercos verdes.
7. Deportes
La presencia de propuestas
deportivas municipales en los barrios es dispar: hay o no hay. Se puede
concluir que es muy bien evaluada cuando existe, pero también hay que reconocer
que en la mayoría de los barrios no hay presencia del área. Como dato relacionado,
se destaca que la gran mayoría de los barrios diagnosticados, reclaman espacios
de entrenamiento en las plazas y paseos.
8. Seguridad
No hay un sistema ni central
de monitoreo que ayude o apuntale el trabajo policial. Tampoco hay presencia
suficiente en los barrios de los servicios de control y fiscalización
municipales (tránsito, comercio, bromatología, etc.), generándose en muchos casos
espacios de clandestinidad y descontrol.
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